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Una alimentación es equilibrada si aporta cada día, todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.

El progreso y el avance de las sociedades en todos los terrenos han puesto al descubierto algunas carencias que nadie podía imaginar tan sólo veinte años atrás. Es en este ámbito en el que se inscribe el reto de la educación de hábitos alimentarios saludables, en la formación sobre una nutrición equilibrada y acorde a las necesidades vitales que nos toca vivir. Se trata de ser personas íntegras con una alimentación quenos permita estar sanos y tener calidad de vida, «COME SANO, VIVE SANO«.

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Bases del equilibrio nutricional

Una alimentación es equilibrada si aporta cada día todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Lo ideal es conseguir este equilibrio en 24 o 48 horas.

Hablamos de nutrientes energéticos: azúcares, proteínas, y grasas. Y de nutrientes no energéticos: agua, vitaminas, minerales y fibra.

Primeros meses

Durante los primeros meses de vida la alimentación del bebé debe estar rigurosamente controlada ya que su sistema digestivo es todavía inmaduro y además tiene pocas defensas para hacer frete a sustancias extrañas existentes en su dieta.

Por este motivo la introducción de los alimentos e hará de forma gradual y progresiva.

Infancia

La infancia es un período especialmente vulnerable a la acción nociva de las carencias, excesos o errores en la alimentación y es la etapa en la cual se establecen los hábitos dietéticos que van a mantenerse a lo largo de toda la vida.

Conviene seguir una normas básicas que aseguren la presencia de todos los nutrientes indispensables para el crecimiento equilbrado y sano de nuestros hijos.

Adolescencia

La alimentación del adolescente retoma las grandes líneas la alimentación del niño pero los desequilibrios son de distinta naturaleza.
El adolescente prefiere lo salado, las comidas grasas y bebidas de sabores fuertes.

El uso de la libertad también lo aplica en lo concerniente a la comida: no respeta el horario de las comidas principales, el comedor escolar es abandonado y sustitudo por comida basura, rechaza los valores alimentarios tradicionales, primeros contactos con el alcohol.

El abandono de la práctica deportiva realizada durante la infancia debido en parte por unos planes de estudio cada vez más exigentes, y en parte por el cambio de actividades en su tiempo de ocio: salidas nocturnas, redes sociales en Internet…favorece la aparición del sobrepeso y desequilibrios alimentarios.

La mujer embarazada

La dieta de la mujer embarazada debe tener en cuenta las necesidades de la madre y las del feto y no se tiene que limitar a considerar el consumo de proteínas y calorías, sino que también son indispensables los suministros adecuados de vitaminas y minerales para el desarrollo normal del embarazo y para la salud del niño.

Una alimentación adecuada será la mejor forma de prevenir partos prematuros, malformaciones fetales, resistencia menor a las infecciones del recién nacido, talla pequeña, bajo peso…

Lactancia

Durante la lactancia, la madre necesita cuidar la calidad de su dieta para conseguir un óptimo estado nutricional y una buena producción de leche.

Habrá que evitar ciertos alimentos que influyen en la función digestiva del niño o que le den sabor desagradable a la leche.

Menopausia

Durante la menopausia la mujer sufre un cambio metabólico, físico y psicológico, requiriendo en muchas ocasiones un asesoramiento nutricional.
Sin el papel protector de los estrógenos, en esta fase la mujer tiene mayor tendencia a subir peso, y a alterar su salud cardiovascular con un incremento de la tensión arterial y del colesterol en sangre.

Una alimentación sana y variada que le proporcione antioxidantes protectores del sistema cardiovascular, del cáncer y de enfermedades degenerativas, además una dieta que le aporte el suficiente calcio para preservar su salud ósea y que sea energéticamente adecuada para evitar la subida de peso, ayudará a la mujer a vivir la menopausia de una manera sana y positiva.

3ª edad

En nuestros mayores se modifica la capacidad de absorber nutrientes, aumentan las necesidades de calcio y proteínas y se produce un cambio en el metabolismo de las grasas, teniendo que vigilar a cantidad y la calidad de las mismas en la dieta.
Hay riesgo de carencias de vitaminas y minerales por lo que la dieta debe ser variada.
También hay riesgo de deshidratación por lo que se hará hincapié en la ingesta de líquidos: agua, infusiones, caldos, leche, gelatina…

Deportista

El deportista no tiene que seguir pautas diferentes a las que tiene una persona normal, pero sí tendrá que ser más cuidadoso con la dieta para tener un óptimo rendimiento físico.

Una mala alimentación puede arruinar un buen entrenamiento o la vida deportista de una persona.

Una dieta variada asegura todo el aporte de vitaminas y minerales para el deportista, no siendo necesario ningún tipo de suplemento.